DESPÍDETE DE LA CULPA

DESPÍDETE DE LA CULPA

 

Es posible que no necesites leer una definición del significado de culpa pues todos en algún momento de nuestra vida hemos experimentado este sentimiento de malestar interno cuando la culpa se hace presente en nuestro día.

Ese estado de lucha continua entre “lo que somos “ y lo que “deberíamos de ser” y la manera en la que deberíamos de comportarnos , que nos deja esa desagradable sensación y nos impide, en la mayoría de las ocasiones avanzar.

Por tanto, si todos sabemos que nuestro peor enemigo somos nosotros mismos, entonces: ¿Qué debo hacer?.

Las emociones tienen un papel adaptativo, la culpa de igual modo en su papel adaptativo desempeña la función de reconocer los errores y poner en marcha conductas que nos conducen a no transgredir las normas y / o código ético .

La culpa que no es adaptativa, sino desadaptativa, genera enormes dificultades y desórdenes emocionales.

Por ello, cuando hablamos del sentimiento de culpa , ésta  genera emociones que afectan a nuestras autoestima  haciéndonos sentir menos valiosos como personas.

Generalmente cuando nos invade un problema, emitimos juicios llenos de culpa y fracaso; por ello, cuando esto suceda una opción sería trabajar para suavizar el juicio que realizas desde  tu lenguaje interno.

Por todo ello, el primer paso al que te reto es a intentar asumir tu imperfección, ¿sabes que así generarás más libertad de acción y reacción ante situaciones?. 

¡Ahora vamos a nuestro tema: la alimentación! Desde este punto de vista , en algún momento de nuestra vida , todos nos hemos realizado afirmaciones desde la culpabilidad: “No debería haberme comido esto”

Acostumbramos a clasificar los alimentos como “buenos” y “malos” por el simple hecho de que “nos engordan o no”, generándonos un sentimiento de malestar y desequilibrio emocional continuado.

Pensando que muchos alimentos deberán estar presentes en nuestro día a día en la mesa porque nuestro cuerpo los necesita para nutrirse y estar saludable, mientras que la frecuencia de otros debe ser menor, pero no culpabilizarnos o castigarnos cuando SÍ estén presentes, pues estos nos generan una sensación de satisfacción y nos ayudan en nuestro control de la ansiedad. 

Las prohibiciones, seguidas o no de restricciones, suelen generar un deseo mayor y, en multitud de ocasiones, se acompañan de ansiedad (consciente o inconscientemente), mal humor y rigidez en nuestro comportamiento, etc. Sin embargo, aprender a ser flexibles nos va a permitir disfrutar de las comidas sin sentir malestar y, al mismo tiempo, llevar una alimentación equilibrada que nos ayude en nuestros objetivos individuales.

De tal modo que si  en algunas ocasiones comemos de forma compulsiva alimentos menos saludables o lo hacemos de manera inadecuada, la mejor opción no es sentirse culpable sino analizar cuál es la situación y cuáles son los factores que te llevan a ese comportamiento.

No dediques tu maravilloso presente a sentirte afligido por la culpa.

 

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