¿Cómo puedo acabar con el piloto automático a la hora de comer?

¿Cómo puedo acabar con el piloto automático a la hora de comer?

 

-Son las 6:00am suena mi alarma, doy un salto de la cama ( después de haber retrasado varias veces la alarma ) porque ya no es posible apurar más el sueño.

Antes de meterme en la ducha, enciendo muy rápido la cafetera ya que sé que lo único que me dará tiempo a beber será unos tragos de café y poco más , antes de sumergirme en el atasco de esta gran ciudad.
Si sale todo como estaba previsto, llegaré a mi hora y pondré en marcha mi ordenador, hasta que tenga realizada las dos o tres primeras tareas del día y mi estómago empiece a hablar…

Será entonces cuando le diga a alguno de mis compañeros de mesa que es hora de ir a por el segundo café, que seguramente acompañe de un apetitoso croissant plancha que me ofrecerá Pepe, alegando que así es como más feliz se empieza un lunes, y por supuesto yo lejos de ser consciente de que le vendría bien a mi cuerpo, procedo a decir que si , comer y seguir con el resto e la jornada.
Pronto llegará mi segunda parada , que me llevara a consumir el menú o la comida rápida de uno de los bares cercanos a la oficina, sé que me costará decir que no al menú completo que acabará con un buen postre y por supuesto el que será mi tercer café del día.
A escasas horas de irme a casa , comenzare a notar mis bajos niveles de energía y quizás pique algo que no sea del todo saludable.
Llegare por fin a casa , cenare aquello que menos me cueste preparar y me meteré en la cama lo antes posible .

¿Te sientes identificad@ con alguna de las vivencias anteriores?
Si no es así me alegra saberlo. Pero lo cierto es que la mayoría de nosotros atraviesa un patrón de hábitos así, gracias a las rutinas estresantes que nos marca la sociedad y que nos mantienen desconectados de aquello que sin duda es lo más importante: nosotros mismos. Esto nos lleva a no tener ningún espacio en el día para el momento presente y por tanto no darnos cuenta de porqué actuamos como lo hacemos.

Si todo esto lo extrapolamos al campo de la salud y más concretamente de la alimentación, nos daremos cuenta que a lo largo de nuestro día es muy probable que en algún momento estemos sintiendo hambre y no nos hemos cuenta , y por ello no nos hemos nutrido porque no estaba en nuestro hábito o peor aun porque ni nos hemos dado cuenta.
De igual modo a lo largo de nuestra jornada , seguramente hemos comido de más ,porque hemos llegado a la hora de la comida con un hambre voraz .
Seguramente el exceso de café nos acompaña nuestro día a día para suplir el deficit de energía que tenemos por no alimentarnos de manera correcta .
Y todo ello nos llevara a que al final de nuestra jornada , no seamos capaces de recordar casi nada de lo que hemos comida, porque tan solo como parte de un trámite más y no de algo que nos mantenga conectados y hagamos de manera consciente.

Funcionar en piloto automático , nos hace que tengamos menos probabilidades de
cuidarnos, sencillamente porque apaga nuestras señales internas de nutrición, descanso, hidratación , etc. Todo ello nos lleva a tener escasa energía y a alarga disminuir nuestro rendimiento e incluso estado emocional o de humor.

Te invito a conocer un nuevo enfoque de bienestar ;la alimentación consciente.
Ya que esto nos ayuda a dirigir el enfoque hacia nuestro interior y a que nos podamos cuidar desde una motivación interna , en lugar de externa.
Te ayudara además a un empoderamiento sobre tus decisiones de salud, auto-cuidado, nutrición y actividad física.

Por ello te propongo un reto, en el que te podré ayudar si así lo deseas, me ha parecido interesante que tengas en cuenta a la hora de tomar decisiones si lo que quieres es mejorar tus rutinas, para ello te invito a que trabajemos en:

Tus emociones y tus pensamientos: qué ocurre y/o qué ha ocurrido emocionalmente para que utilices la comida como un intercambio emocional -bienestar o malestar-
La relación entre las emociones y pensamientos que pueden llevar a conductas alimentarias. Conocer y aprender la relación entre los pensamientos y las emociones que te pueden llevar a las conductas que realizas.
Normalizar desde otro punto de vista cómo te has relacionado hasta ahora con la comida. Valorar los patrones personales y/o familiares que te han hecho acercarte a ella de la manera que lo haces.

La conciencia de la nutrición: que te sientas nutrid@ y satisfech@ tras cada ingesta, es decir, te ayudaré a tomar consciencia de las señales internas del hambre y la plenitud.

¿Qué te parece? Quizás sea un buen momento para poner el foco en tu equilibrio físico y mental.

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