¿Conoces la alimentación consciente -Mindful Eating?

Puede que no sepas con exactitud de qué se trata, pero es muy probable que sí hayas oído hablar de ello.

¿Qué es en realidad?

Una herramienta , aunque algunos lo cataloga de movimiento , incluso un estilo de vida  que nos lleva a mantener nuestra atención en cada momento en aspectos relacionados con la alimentación , haciéndote consciente de tus patrones de ingesta y aceptándolos, dejando de lado el sentimiento de culpa .

Cada día llevamos un estilo de vida motorizado por el estrés , las prisas, una lista interminable de  tareas y obligaciones  que nos hacen funcionar en “piloto automático ” y sin tener consciencia.  

Este comportamiento se traslada a cada una de las esferas de nuestra vida, siendo una de las más afectadas nuestra alimentación y, por ende, nuestra salud en general.

¿Te suena la palabra “evasión” o la conducta de evitación? Te voy a poner un ejemplo de conducta que quizás si te identifica: “ la rapidez con la que comemos”. ¿Te suena? ¿Solo te diré que claro que genera un sentimiento de bienestar y sensaciones positivas!…pero a corto plazo…

¿Y esto qué consecuencias tiene? Llegamos a un momento en el que la comida y los sentimientos han generado un tándem insoluble  que trae consigo muchas consecuencias . 

Quizás la puntualización que nunca te habías planteado -o sí- es si comes POR HAMBRE o comes POR OTRAS RAZONES (que no nos engañemos…suelen ser emocionales).

Diferenciar esto es la clave fundamental para entender cómo te relacionas con la comida.

Por ello, debes saber que CASI SIEMPRE comemos de forma impulsiva, por comportamientos aprendidos (sociales) “es hora de comer”, emociones en sí mismas y sensaciones físicas relacionadas con las diferentes emociones.

Ahora…no sé si estás pensando en una emoción en concreto ¿son sólo las emociones negativas los que nos hacen tener «Hambre Emocional» o el llamado «Hambre del Corazón»?

Si bien es cierto que el hambre emocional se relaciona de manera más directa con la tristeza , el estrés y la ansiedad, no debemos descartar que existe un hambre relacionado con la euforia que nos lleva a generar del mismo modo un comportamiento automático, con el que perdemos el control y comenzamos a ingerir aquellos alimentos que quizás no sean los más convenientes y, además, lo hacemos casi como si se tratase de una compulsión. 

¿CUÁNTAS VECES TE HAS VISTO EN CUALQUIER EVENTO DONDE LA EUFORIA TE  INVADE Y COMIENZAS  A BEBER Y COMER SIN SENTIDO NI FIN?

 Bien sabes que el disparador de hambre emocional es siempre una emoción negativa, no solemos estar acompañados en la mayoría de las ocasiones, utilizando la comida como un consuelo rápido al vacío experimentado , la conducta  generalmente se da en solitario .

Mientras que cuando nos acompañan los sentimientos de euforia, lo habitual es estar en compañía de otras personas y nos sentimos felices de poder compartir.

Todos nacemos con un !sensor! para detectar si tenemos hambre física o emocional , pero con el paso del tiempo, debido a nuestras vivencias y experiencias de haber comido sin tener esa necesidad, lo perdemos.

Por ello la clave está en pararse a pensar antes de comer, de esta manera , conseguimos tomar conciencia de lo que nos ocurre y por tanto seremos capaces de detectar que existe detrás de esas ganas impulsivas de comer, así no tendremos ningún “ falso atajo” con la comida , que enmascare las necesidades verdaderas de nuestro organismo.

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